Porqué las Letanías?

Pregunta: “Sabes tu porqué en la iglesia se repiten las letanías? me preguntaba una persona que porque se repite "ruega por nosotros” ”

Respuesta: Hola Iris, gracias por tu pregunta.

Estoy seguro que muchas personas se hacen la misma pregunta. No soy un especialista de las letanías pero yo también me hice esa pregunta: ¿para que sirve repetir varias veces “ruega por nosotros”?

Primero hay varias formas de letanías, y son recitadas a varias personas: pueden ser rezos dirigidos directamente a Nuestro Señor mismo, y pueden ser presentados a otras personas, a santos o a la Madre del Señor, pidiendo su oración/intercesión por nosotros.

Las letanías consisten en una larga serie de frases repetidas que tienen dos partes:

1- la primera parte es una expresión que describe un aspecto del misterio del Señor o de la Virgen o de la vida del santo (ejemplo: María Reina de los Apóstoles).

2- la segunda parte es un “ten piedad” o “ruega por nosotros”, dependiendo de a quien se reza/pide.

Al contemplar el (1), es decir al contemplar un aspecto del misterio de Cristo o de María, o de la vida de un santo, eso hace nacer en nosotros una mirada profunda, que genera en nosotros, en el nombre de esa luz/mirada, una ayuda. Es como decir: “porque tu eres así (por ejemplo “Reina de los Apóstoles”), por favor, ruega por nosotros, para mi es decir: obtienes del Señor para mi la gracia de ser Apóstol del Señor”. Lastimosamente, cuando le recitamos vamos muy rápido en las letanías, diciendo muy rápido los varios aspectos y contemplaciones, y sabemos a veces poco de cada “cuadro”/aspecto/misterio, pero normalmente tendría que ser una contemplación que genera en nosotros una reacción: “ruega para mi, en el nombre del hecho que tu eres así (como se nombra)”.

La intercesión

Estamos de acuerdo que solo el Señor es Dios, y que cuando hablamos de otras personas la “oración” es diferente: pedimos su intercesión.

San Pablo pide a los cristianos de rezar unos por otros, y eso a causa de la Caridad que Dios puso en nuestro corazón por el Espíritu Santo. Después de la muerte, esa caridad no se para, y siguen los cristianos que murieron y que están ahorita con el Señor (de los Santos estamos seguros que están ya con El), siguen rezando para nosotros. Es un acto de caridad de pedir al Señor por alguien.

La letanías de María

Ahorita: en ciertos casos (y son entre las mas conocidas) tenemos la letanías de María, llamadas “letanías lauretanas”. Como decía, esas letanías contemplan diversos aspectos de María, y apoyándose sobre la luz de cada aspecto del misterio de María, pedimos a ella de “rezar por nosotros”.

En el caso preciso de María, hay una diferencia. Ella no es como cualquier santo. Ella es la madre de los santos. Su intercesión es de una fuerza y de un poder muy grandes, hasta que se dice a veces que su intercesión es todo poderosa sobre el corazón del Señor. Obtiene todo lo que pide. Y encima, jamás nos dice “no”.

Pero, María siendo nuestra madre espiritual, que nos genera a la vida con Jesús, tiene un rol muy preciso: ella habiendo dicho “si” para nosotros, nuestro “si” se encuentra en ella, y vamos a obtenerlo de Ella. Esa capacidad nuestra de decir “si” al Señor, la capacidad pura y fecunda se encuentra en María. María nos da sus ojos y su corazón para que contemplamos el Señor con sus ojos y amamos al Señor con su corazón.

El "ruega por nosotros" significa: elévame María, por la Gracia del Espíritu Santo que está en ti en plenitud (Llena de Gracia), y dame tus ojos y tu corazón, para poder ver y amar a Jesús como tu, en ti, y a través de ti.

Hay mucha gente que dice: yo voy a Jesús directamente, no necesito intermediarios. Pero no se dan cuenta que al decir esto están usando sus propios medios. ¿Resultado? Caminan muy lento. No se va a la luna con una bicicleta (nuestros medios) se va a la luna con una nave espacial. Por eso decimos: para entrar en una relación intima con Jesús, levántanos, ponnos en ti María, al nivel de tu altura: reza para nosotros.

Ultima pregunta: ¿porque tenemos que repetir? Porque nuestro corazón late todo el tiempo, y cada vez, es una ocasión para amar. Y cada vez que María nos eleva, es como renovar en Ella nuestro amor al Señor. Es un acto verdadero, Ella levanta verdaderamente nuestro corazón a su nivel. Como las olas del mar, se repite el acto de Amar a Jesús. Y cada vez, el Espíritu Santo nos introduce más en El Señor y nos trasforma en El.