Hola Jean,
gracias por tener esta iniciativa.
Desde que
estuviste aquí en Guatemala, comenzaron a surgir en varios de nosotros varias
preguntas de como profundizar en la vida espiritual.
Cuando
hablas del Mar rojo, no sé si uno lo puede entender como ese encuentro con Xto,
o bien podrías explicar en sí de una forma práctica cual sería ese inicio de la
vida espiritual, así como que libros podríamos seguir utilizando para
profundizar, saludos.
Hola
Nancy
Hola
a todos,
Ha
sido una gran alegría conocerlos y es un verdadero placer para mi poder hacer
algo, aunque sea de lejos.
El uso del símbolo
“pasar
el Mar Rojo” ha sido siempre para nosotros los cristianos visto como un momento
clave, a menudo considerado como el símbolo del Bautismo (véanse por ejemplo las
Homilías Bautismales de san Cirilo de Jerusalén). San Pablo mismo dice que todo
lo que pasó en el Antiguo Testamento ha sido escrito para nosotros, para
nuestra utilidad y que hay muchos símbolos que con Cristo encuentran su significado
pleno. Aquí sigue el pasaje de san Pablo:
“Porque no
quiero que ignoren, hermanos, que todos nuestros padres estuvieron bajo la nube
y todos pasaron por el mar. 2 En Moisés todos fueron bautizados en
la nube y en el mar. 3 Todos comieron el mismo alimento espiritual,
4 y todos bebieron la misma bebida espiritual, porque bebían de una
roca espiritual que los seguía. La roca era Cristo (el Mesías). 5 Sin
embargo, Dios no se agradó de la mayor parte de ellos, y por eso quedaron
tendidos en el desierto. 6 Estas cosas sucedieron como ejemplo para nosotros, a fin de que no
codiciemos lo malo, como ellos lo codiciaron.” (1 Co 10,1-6)
El sentido de este símbolo
El
pasar el Mar Rojo es visto por nosotros los cristianos como principio de vida
espiritual fuerte, caracterizada por una relación personal con Cristo. Este
acontecimiento personal se presenta en la historia de la vida espiritual en dos
modos diferentes:
El
primero, en los primeros siglos: el Bautismo se recibía como adultos, como
resultado de la evangelización y de la catequesis, de la conversión personal, y
del descubrimiento de Cristo, teniendo una relación personal con Él. Entonces
el pasar el Mar Rojo era visto como la acción hecha por el agua del Bautismo.
Era visto como una gran primera liberación de la esclavitud del Demonio (el
Faraón), y el principio de una vida nueva con Cristo.
El
segundo, en un cristianismo mas clásico: se bautizan desde niños, y por eso el
descubrimiento de Cristo como adulto no se llamará “conversión” (sería convertirse
al cristianismo y nos es el caso) sino que se habla de “segunda conversión” (es
decir, un cambio profundo dentro de una misma vida cristiana), o sea, un pasar de
una vida cristiana tibia a un descubrimiento personal e íntimo de Cristo, caracterizado
por una acción del Espíritu Santo. Este “cambio” se llama “segunda” conversión
y no “primera”, porque la persona es ya cristiana. Por esa razón, se puede ver
hoy en el “pasar del Mar Rojo” la “segunda conversión”.
Un bellísimo ejemplo
Hay
miles y miles de ejemplos de personas que vivieron su “segunda conversión”. Una
de las mas famosas es santa Teresa de Ávila (1515-1582). Y la vivió como monja.
Es decir, no es suficiente llevar el hábito y hacer los santos votos, hay
también que vivir esta relación personal con Cristo en modo completo. Ella,
después de casi 20 años de vida religiosa, encuentra a Cristo en un modo muy fuerte,
y desde este momento de “conversión”, tendrá una vida espiritual muy intensa
que se desarrollará hasta alcanzar las metas más altas como la Unión con Dios y
una fecundidad extraordinaria.
Durante
esos primeros 20 años de vida religiosa, vive una vida normal, “buena”. Es
ciertamente cristiana (acordémonos del contexto cultural suyo que es muy
cristiano). Pero le faltaba
algo muy importante: la relación personal con Cristo.
Ella
misma utilizará otras palabras para expresar este cambio radical, dentro de la
vida Cristiana: lo llamará: “lo sobrenatural”, es decir que hay necesidad de
una intervención del Espíritu Santo en nuestra vida para poder tener una
relación viva con Cristo, una pasión de Amor. Sin Espíritu Santo no hay vida
Cristiana, no hay la vida del Señor en nosotros, no existe la posibilidad de escucharlo,
de vivir con El.
¿Cómo iniciar la vida espiritual de una forma práctica?
Para
una persona bautizada de niña, es importante darse cuenta de la existencia de
la relación personal con Cristo. El Señor nos busca, dejémonos encontrar por
Él. Esto significa nos toca buscarlo, buscar escucharlo, pedir el Espíritu
Santo… y no olvidar a la Virgen María que quiere siempre introducirnos más
profundamente en Él. La lectura de la Biblia donde resuena la Voz de Cristo es
importante. Dedicar tiempo cotidiano para el encuentro con Él es muy vital.
Pero antes de todo, pedir la gracia de poder poner toda nuestra energía en el buscarlo
cotidianamente, poniéndolo en la primera plaza (lugar).
Lecturas para entender
Ustedes
pueden por ejemplo leer la Vida de Santa Teresa escrita por si misma, nos
cuenta en ese libro como vive este pasar de una vida cristiana aparentemente
“normal” hacia una vida mucho más comprometida, donde el ser humano decide
verdaderamente poner su vida en las Manos del Señor, y se decide verdaderamente
y con determinación seguirlo rezando cada día y haciendo su voluntad.
Algo como esto. No tiene que contener "Las moradas". |
Seria bueno también leer este libro sobre la Fe, podría ser un muy buen primer paso:
Espero
que estos puntos los ayuden a seguir con fervor renovado a Cristo teniéndolo
tomado de la mano y por favor no se olviden de nuestra madre la Virgen María.
¡Quedo
pendiente de la próxima pregunta!